Aprender a hablar en público no solo mejora las habilidades de comunicación sino que ayuda a aumentar la confianza en los más pequeños. Además, gracias a la oratoria, logran desarrollar otras habilidades importantes como el saber organizarse, debatir, argumentar o defender una idea.
La persuasión y el liderazgo también se cultivan hablando en público. Sigue leyendo para descubrir por qué es necesario que nuestros pequeños aprendan a perder el miedo y a aprender a comunicar una idea. Además, te ofrecemos las claves para enseñarles cómo. Por que recuerda, la oratoria no es un don. Es un arte que se aprende.
En el colegio, a los niños se les obliga a estudiar muchas asignaturas, algunas tan difíciles como las matemáticas o las ciencias. Sin embargo, aprender a hablar en público no está incluido en el currículo escolar. Basta con entrar en cualquier aula española para presenciar el miedo escénico de los alumnos al verse forzados a salir a la pizarra o dar una presentación.
En una entrevista para el ABC, Fran Carillo, fundador y director de La Fábrica de Discursos, asegura que el sistema educativo español tiene “un gran problema de foco. Los jóvenes son el futuro, y habría que invertir en ellos. Casi puedo afirmar que la oratoria es tan importante como la carrera que estudies. Elijas la formación que elijas, tendrás que comunicarte, expresar tus ideas y establecer argumentos.” Está comprobado. De cara al futuro, los niños que reciben una educación que integra las claves de la oratoria tienen muchas más posibilidades de destacar a la hora de integrarse en un nuevo equipo, hacer presentaciones, buscar un trabajo e incluso, montar su propia empresa. Pero pensando en el presente, la oratoria les ayuda a rendir mejor en el cole y aprenden a comunicar y expresarse. Con tantos beneficios, cabe preguntarse ¿por qué no se integra de manera oficial en el currículo escolar?